El misticismo del sueño
- Centro de Estudios Beit Hillel
- 16 feb
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Grandes rabinos, como el Rabí Najmán de Breslov o el Baal Shem Tov, veían el sueño como un canal de conexión con lo divino y un reflejo del estado del alma.
Por ejemplo, Rabí Najmán enseñaba que los sueños pueden contener mensajes importantes, pero que no todos los sueños son proféticos. Creía que los sueños dependen del estado espiritual de la persona y que la mejor manera de recibir sueños verdaderos es vivir con pureza y fe.
También decía que antes de dormir, una persona debería limpiar su mente y su corazón para evitar que los sueños sean influenciados por pensamientos impuros. Una forma es recitando el Shema antes de dormir.
El Baal Shem Tov, fundador del jasidismo, decía que incluso en los sueños más oscuros hay chispas de verdad, y que los sueños pueden ser una herramienta de introspección. Según su enseñanza, si una persona tiene un sueño inquietante, no debe temerlo, sino interpretarlo como una invitación a la corrección y el crecimiento espiritual.
Asi mismo, se dice que cuando dormimos, una parte de nuestra nefesh (alma inferior) permanece en el cuerpo, mientras que la neshamá (alma superior) asciende a los mundos espirituales. Allí, puede recibir visiones, mensajes y revelaciones ocultas. Algunos grandes rabinos, explican que el alma, al desprenderse parcialmente, se encuentra con ángeles y otras entidades que influyen en los sueños.
Rabí Isaac Luria, el Arizal, enseñaba que los sueños pueden ser una oportunidad para corregir aspectos de vidas pasadas. Si una persona presta atención a sus sueños y los interpreta con sabiduría, puede descubrir secretos de su propósito en este mundo.
Rabí Shimon bar Yojai, autor del Zohar, reveló que los sueños son un canal donde la Shejiná (la presencia divina) puede hablar con la persona. Sin embargo, el mensaje no siempre es claro, porque en el mundo de los sueños todo es simbólico.
El Rebe de Lubavitch, Menachem Mendel Schneerson, enseñaba que los sueños reflejan el estado interno del alma, pero no deben dominar nuestra vida. Él decía:
“No temas a los sueños, ni te aferres a ellos. Si son buenos, deja que te inspiren. Si son oscuros, recuerda que tú tienes el poder de transformar la realidad cuando despiertes.”
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